El acuerdo entre ambos gigantes es incluso más relevante para Intel, que conquista así el terreno de la movilidad de forma definitiva gracias a su asociación con Nokia, el mayor fabricante de terminales móviles del mundo. De hecho, la empresa finlandesa produce más de 450 millones de móviles al año, pero su objetivo es el de llegar a vender nada menos que 1.000 millones de unidades en el año 2013.
Como indican en Bright Side of News, el acuerdo con el gigante de la fabricación de semiconductores de Santa Clara indica que sus procesadores Medfield de 32 nanómetros y del tipo SoC (System-on-Chip) serán la base de los futuros smartphones de la compañía. La apuesta es clara y deja de lado totalmente la alternativa que había presentado NVIDIA hace unos meses con Tegra, y que pierde un cliente potencial que le hubiera dado una capacidad de expansión notable.
Sin embargo el nuevo acuerdo deja a Intel en una clara posición de dominio del mercado de móviles ya que también se encargará de los microprocesadores que integrarán las BlackBerry. Las perjudicadas con el acuerdo son Qualcomm y sobre todo Texas Instruments, que eran las que hasta la fecha le proporcionaban los chips a Nokia en sus smartphones, y que ahora tendrán que adaptarse a unos nuevos tiempos que se prevén muy duros para ambas firmas.
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